jueves, 26 de noviembre de 2009

¡GOTITAS DE REFLEXION!

AYÚDAME A MIRAR

Eduardo Galeano, escritor uruguayo, nos cuenta la historia de aquel niño que ardía en deseos de conocer el mar.
Un día, su padre quiso complacerlo y emprendieron un largo viaje, atravesaron valles y montañas y, por fin, detrás de unos penosos médanos de arena, el mar los esperaba.
Cuando éste estalló ante sus ojos, en su infinita luminosidad azul, el niño se aferró desconcertado a la mano de su padre y sólo atinó a decir:
Papá ayúdame a mirar.
Debemos tener cuidado con lo que pedimos porque muchas veces al obtenerlo se excede nuestra capacidad de conservarlo y valorarlo, teniendo que pedir ayuda nuevamente.

GESTIÓN DE SI MISMO...LOS "TENER" Y LOS "SER"

Un modo de determinar cuál es nuestro círculo de preocupación consiste en distinguir los "tener" y los "ser".
El círculo de preocupación está lleno de "tener":
"Me sentiré contento cuando tenga casa propia"."Si tuviera un jefe que no fuera tan dictador"."Si tuviera una esposa más paciente"."Si tuviera un hijo más obediente"."Si ya tuviera mi título".
En cambio, el círculo de influencia está lleno de "ser":
"Puedo ser más paciente, ser sensato, ser cariñoso". El foco está en el carácter.
Siempre que pensemos que el problema está "allí afuera", este pensamiento es el problema, porque le otorgamos el poder de controlarnos. El paradigma del cambio es entonces "de afuera hacia adentro".
Por el contrario, el enfoque proactivo consiste en cambiar de adentro hacia afuera: Ser distinto y, de esta manera, provocar un cambio positivo en lo que está allí afuera: "Puedo ser más ingenioso, más diligente, más creativo, más cooperativo".

(Tomado de: Stephen R. Covey, " Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva".)

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